• Utilizamos sólo alimentos frescos y de producción local, trabajamos directamente con las familias productoras para fomentar los cultivos naturales. 
• Respetamos el tiempo. Mantenemos los procesos tradicionales de cocción en barro a fuego lento y de fermentación casera, procesos indispensables para preservar el sabor y los nutrientes de nuestros ingredientes.
• No utilizamos ningún tipo de insumo industrial, productos de origen animal, conservadores o endulzantes.  
• Nuestra cocina se ajusta día con día, a las cosechas de temporada. 
• Nuestra carta es apta para personas que padecen diabetes, enfermedades cardiacas, intolerancia al gluten o  alergias.

Proponemos una cocina desindustrializada y una alimentación basada en plantas, completamente libre de productos procesados. Una cocina que recupera el sabor natural de las recetas tradicionales oaxaqueñas.

La agricultura tradicional se basa en la rotación de cultivos, en la proliferación de las especies vegetales y es producto de procesos milenarios de selección de semillas. A diferencia del modelo industrial, que privilegia el monocultivo y el uso intensivo de agroquímicos sumamente tóxicos. 

Apoyamos cultivos locales, pues ahí se sostienen las prácticas de la agricultura natural que sobreviven a pesar de la embestida en su contra. 

Para ofrecer una comida libre de químicos, elaboramos todos nuestros ingredientes en casa, por ejemplo, mermeladas, mostazas y encurtidos, todas nuestras cremas, leches y quesos vegetales.